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El niño que se somete a la cirugía

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La Preparación del Niño en Edad Pre-escolar para la Cirugía

¿Qué aspecto de la cirugía resulta más estresante para un niño en edad pre-escolar?
La planificación, la educación y las explicaciones preoperatorias pueden resultar muy útiles para los niños en edad pre-escolar. Esta preparación debe realizarse varios días antes del procedimiento, a fin de brindar al niño pre-escolar el tiempo necesario para prepararse. La identificación de los factores que resultan estresantes para su hijo en edad pre-escolar mientras éste se encuentra en la Clínica le permitirá ayudarlo en la preparación para la experiencia quirúrgica. Entre los factores estresantes y los miedos más comunes en la Clínica, pueden incluirse los siguientes:

  • El miedo a estar lejos de la familia y el hogar o a quedarse solo.
  • La idea de que se encuentra en la Clínica porque está en problemas o está sufriendo un castigo.
  • El miedo a que alguna parte del cuerpo sufra alteraciones.
  • El miedo a las agujas y las inyecciones.
  • El miedo a despertarse durante la cirugía.
  • El miedo al dolor (o a la posibilidad de sentir dolor).
  • El miedo a la oscuridad.

¿Cómo preparo a mi hijo en edad pre-escolar para la cirugía?
• Uno de los principales miedos de los niños en edad pre-escolar es el miedo a lo desconocido. Debe informar a su hijo acerca de la cirugía varios días antes del procedimiento y, quizás, realizar un recorrido de visita a la Clínica. Al recorrer la Clínica antes de la cirugía, su hijo podrá conocer los lugares, los sonidos y las situaciones que experimentará el día de la cirugía. Esta visita puede ayudarlo a informarse sobre el hospital y le permitirá hablar de sus inquietudes y formular las preguntas necesarias antes de la operación.
• Diga la verdad con palabras sencillas y responda todas las preguntas de su hijo. Por ejemplo: «Sí, va a doler pero no va a durar mucho».
• Asegúrese de que su hijo sepa por qué debe someterse a una cirugía. Los niños de esta edad suelen tener una noción errónea de la hospitalización. Muchas veces, los niños creen que han hecho algo incorrecto o que las agujas se usan para los niños «malos».

• La actuación como forma de juego es un aspecto importante de la vida del niño en edad pre-escolar. El uso de figuras, animales de peluche o juguetes para explicar la situación es más conveniente que la mera información de lo que va a suceder. Explique la situación con claridad. Pida a un Especialista en Niños que le ayude a explicar lo que sucederá con un vocabulario que resulte comprensible para su hijo. Además, infórmese sobre las actividades recreativas terapéuticas, como jugar al «hospital» con su hijo antes de que éste ingrese a la Clínica para la intervención.
• Dé explicaciones muy sencillas e intente utilizar el vocabulario más conveniente. Diga, por ejemplo, «El doctor te curará el brazo». No diga: «El doctor va a hacerte un corte en el brazo». Si describe a la anestesia como algo que «hace que uno se duerma», su hijo en edad pre-escolar puede pensar en una mascota de la familia que haya muerto y preguntarse si él morirá también. Una mejor forma de describirla sería: «Un doctor te ayudará a dormir (una clase de sueño diferente del sueño de la noche) durante la operación y te despertará cuando termine».
• Permita que su hijo colabore en la preparación de su propia maleta. Puede resultarle muy reconfortante llevar uno de sus objetos favoritos, fotos de la familia y las mascotas, y un juguete especial.
• Explique los beneficios de la cirugía con un vocabulario que su hijo pueda entender. Por ejemplo: «Luego de que el doctor cure tu brazo, podrás jugar a ___ «.
• Busque toda la información disponible sobre la cirugía de su hijo. Los niños perciben la preocupación de sus padres. Cuanto más informado esté, mejor se sentirá y estará en condiciones de dar las explicaciones necesarias.
• Asegúrese de permanecer con su hijo todo el tiempo que sea posible para brindarle consuelo y seguridad.
• Sea paciente con él. Es normal que demande más atención. Es posible que su hijo tenga reacciones violentas o no se muestre cooperativo. No sería extraño que vuelva a orinarse en la cama o a chuparse el pulgar. Generalmente, el comportamiento regresivo mejorará una vez superado el estrés causado por la intervención.
• Tampoco debe descuidar su propio bienestar. Durante este período, intente simplificar al máximo su vida y no dude en pedir ayuda a familiares y amigos. Mantener una actitud positiva y tranquila puede ayudarlo a reducir la ansiedad de su hijo.

PEDSURG

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